lunes, 21 de julio de 2025

 


"Llega un momento que hay que parar, volver a tu gruta y enraizarse en el origen. El universo está dentro y puede mutar, con el flujo del agua, dejando que discurran los sentimientos por ese surco de manantial que llega hacia la nada. Es el momento de ausentarse para liberarse, del ruido interno, del bullicio exterior, tocar la piedra, desnudar el alma de toda aquiescencia no mudable. Cuando dejas de sentir, si aceptas lo inevitable, se forma dentro de ti, una corriente de energía que te concentra en tu demiurgo. Solo, en esa pequeña caverna, rodeado simplemente por el silencio, la quietud, es cuando se aprende de una vez por todas, a cultivar el desapego".

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