En
el vórtice de mi memoria, aún siento que
el corazón puede estar dividido en dos mitades. Sin embargo, traspasado el
límite del tiempo, solo puedo desgajar
mis pensamientos hacia ti por un precipicio. La luz se agita entre el frágil
cristal para pudrir aquellos sentimientos que parecían dormidos, luego vendrá
el dulce clamor de una ausencia.
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