Sobran
las palabras sino no se acciona la reflexión. Vivimos la polarización de las
ideas extremas, buscando soluciones sin medidas, cuando el dolor que nos acecha
es un sistema que nos esclaviza y manipula. Sufrimos todos y todas, las
consecuencias de la especulación, el poder y la explotación desmedida de
cualquier fuente de energía que sustenta esta sociedad tan injusta. Gastan
recursos ajenos en beneficio de una parte de la humanidad para su bienestar,
mientras otros y otras huyen de sus territorios buscando mejores oportunidades.
Adolece el mundo, llora lágrimas negras, inflamadas con el fuego del odio y la
ignorancia, sin prestarse a concebir que el mal que aqueja a esta humanidad,
esta generada por malhadadas estrategias de poder. Te animo a conocer el quebranto ajeno
pues es el mismo que nos atañe, te invito a ponerte su máscara y veas a través
de sus ojos: la desigualdad, las guerras, la desolación, la masacre, los
ecosistemas destruidos, el mar de plástico, las vidas cercenadas y ahogadas en
un océano de incertidumbres. El tiempo es oro, el peor enemigo del hombre es el
hombre y vivimos en una felicidad abstraída por el dinero. Piensa que el futuro
está en nuestras manos, cambiando la manera de ver y sentir nuestro mundo, sostenlo
un instante, quiérelo, haz que la vida del mañana sea mejor para las siguientes
generaciones.
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miércoles, 18 de noviembre de 2020
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