¡Qué esta luz me bañe con la
serenidad necesaria para enfrentarme a la adversidad! ¡Qué la voz que medita
demude tanta tristeza! ¡Qué esta tarde iluminada llene de energía mi alma cansada
para seguir el camino! ¡Nada es eterno y mi cuerpo debe dejar de ser,
habitáculo de tanta desesperación!
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