Madre, vivo inmerso en tu
propio proceso, en tus continuos reclamos y buscando siempre como estimular tu
memoria. Una memoria que fluctúa entre el olvido momentáneo y la remembranza
del pasado. Con una solo foto, intentas articular las palabras y añado cada
historia en un hilo, en el tiempo y en el espacio. Ahora me toca guardar todos
esos recuerdos guardados en cajas, en estancias compactas de pensamientos y
frases. Es ahí donde debo vivir inmerso, cuidándote cada día, pues para eso el
destino y la vida misma me ha vinculado. No hay premisa más evidente, el amor
lo vivo desde la entrega, el sacrificio y la verdad que despliegan todas esas
imágenes, una cartografía del tiempo.
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viernes, 1 de marzo de 2024
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