Vistas de página en total

lunes, 21 de enero de 2019



Te presentí en la nada, detrás de la bruma que encapotaba el cielo. Sentí la omnipresencia del olvido, todo era turbio pero al menos tu solemnidad me hizo presagiar el sosiego. En lo sublime, se despertó de nuevo mi conciencia y me reencontré con la vida en su máxima plenitud. No hay que transcender ya solo el pálpito que converge en este cuerpo, es suficiente para desvelar la belleza de cada instante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario