¿Quién
tiene la culpa? El miedo es un poder intangible y se genera en un tour de forcé,
entre poderes no tan ocultos que se disputan el alma del mundo. Emerge bajo la
ideología del erario universal por la disputa de un territorio o las vidas de
los hombres humildes. A veces, no tiene
forma o puede parecer una entelequia y otras, es un minúsculo ser, una micra de
dolor que se expande como la peste. No somos sino muñecos, simples víctimas de
una oligarquía que se transmuta durante siglos, proclamando un sistema de
sociedad siempre injusto, sempiterno estado de injusticia, desigualdad y
sufrimiento. ¿Y qué podemos hacer para
sobrevivir? Impera la ley de supervivencia sobre la vivencia misma de sentirse
uno vivo, pues secundan el mismo principio de destrucción y desolación. ¿Cómo
podemos hacer para restituir la vida misma como único y eterno valor? No lo sé.
Puede que nos tengamos que conformar con compartir el dolor, abriendo nuestras
voces contra la represión desde el lenguaje que cada uno maneja. No es cuestión
de ser profetas, sino portavoces de un grito que desean expandir los hombres
que se sienten libres, desde poniente a occidente.
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viernes, 21 de agosto de 2020
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