Vistas de página en total

viernes, 14 de enero de 2022

Me miro, ya no soy aquel ser demudado por el dolor constante, la decepción  y la tristeza. Y en esa mirada, me he dado cuenta que la deconstrucción de mi yo comenzó con su muerte, pues el padre partió para que el hijo siga su vida. En estos días, me estoy observando entre los recuerdos y he descubierto el inicio de esta transformación ya irradiada por mi ser. Por eso, debo seguir atisbando entre mis imágenes reflejadas cual es la parte que quiero afianzar en el futuro, si el “constructo” de un ser apegado a los sentimientos oscuros o el niño que juega a hacerse mayor. Ese infante nunca se ha ido, siempre ha estado ahí y aunque parezca de mis ropajes están fríos, solo necesito volver a calentarme con el fragor de lo cotidiano. Aunque persista la ansiedad, estaré por encima de las circunstancias y antepondré el amor a cualquier sentimiento sombrío, solo es cuestión de escuchar este corazón puro que palpita. 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario