Entre
las altas cumbres, sumidas por el mar de nubes, vagan los espíritus de aquellos
hombres y mujeres que se precipitaron al vacío, huyendo de sus cautivadores. No
hay lamentos ni sollozos, salvo la omnipresencia de almas que pasean entre la
bruma, cuando esa lluvia de invierno los pasea por sus viejos lugares al
encuentro de su pasado.
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viernes, 10 de mayo de 2019
sábado, 4 de mayo de 2019
Me
eduque entre libros, me educaron las palabras pues nadie supo dar respuesta a
mis desvelos. Crecí entre libros, intentado restaurar la ilusión frente a la amonestación
que con frecuencia sufrí en mi adolescencia. Y sin embargo, me encontré con
unos maestros que me enseñaron a encarar la adversidad impuesta, con una
actitud insumisa, haciendo nacer en mí, la ironía que disfraza el pesimismo, el
hedonismo como forma de sublimar mi vida. Vuelvo a los libros, cuando sufro,
cuando lloro, cuando se desgrana la tristeza y entre palabras, aprendo a
educarme contra el desánimo.
miércoles, 17 de abril de 2019
En
esa soledad que cada mañana me cobija con sus abrazos, he ido descubriendo la
necesidad de sentirme pleno pero a veces, la inspiración se desborda por
espacios que se han desligado de mí. Cuando la angustia ha denostado el
consuelo, la soledad me cobija entre sus
atolondrados abrazos. En ese momento, vuelvo a escuchar las palabras claves
para mitigar cualquier dolor y se genera un nuevo impulso creativo, el reflejo
de una ausencia.
El
tiempo sabe que no me parezco a él aunque vea similitudes. Su muerte no fue una
despedida, pues la última partida fue un adiós desde el silencio y el dolor. El
hijo vive en el padre y este vivirá en su leve recuerdo. La distancia del viaje
marcado por nuestros destinos fue distinta y mi razón para existir la he ido
comprendiendo, a medida que el destino me ha abierto el mismo lugar donde
existió.
Solo quiero que me dejes mirar desde
el vacío para rellenar el espacio, dejado por la tristeza. Solo deseo que
retorne la vitalidad, a veces, amonestada y resquebrajada por esa desilusión. Solo
ansió contemplar de nuevo, la tierra y sus árboles, ese silencio donde estas
siempre tú, llenando ese sentimiento vacuo con la quietud.
miércoles, 13 de marzo de 2019
lunes, 11 de febrero de 2019
Los
barcos no zarpan hacía el océano. La quietud se refleja en el agua. Los mástiles
se enhiestan en ese cielo, sin velámenes. Del viaje que no circundan, queda aquel
sueño de una partida, expandida en palabras, aún sin pronunciar. Imagina por un
momento que eres el patrón de tu propio velero, cargando amarras para comenzar
a navegar por el destino.
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