Somos agua hasta en las
emociones y nos enseñan a controlarlas cuando en realidad, solo debemos dejarlas
fluir. No podemos contenerla pues, en algún momento, el cristal donde reposan
nuestras lágrimas se agrietará. Por naturaleza, el inicio de cualquier vida es
una ruptura como el niño que emerge de una placenta. Todo nace de un leve
llanto de agua, puro y cristalino.
Vistas de página en total
sábado, 15 de enero de 2022
viernes, 14 de enero de 2022
Me miro, ya no soy aquel ser
demudado por el dolor constante, la decepción
y la tristeza. Y en esa mirada, me he dado cuenta que la deconstrucción de mi
yo comenzó con su muerte, pues el padre partió para que el hijo siga su vida. En
estos días, me estoy observando entre los recuerdos y he descubierto el inicio
de esta transformación ya irradiada por mi ser. Por eso, debo seguir atisbando
entre mis imágenes reflejadas cual es la parte que quiero afianzar en el
futuro, si el “constructo” de un ser apegado a los sentimientos oscuros o el
niño que juega a hacerse mayor. Ese infante nunca se ha ido, siempre ha estado
ahí y aunque parezca de mis ropajes están fríos, solo necesito volver a
calentarme con el fragor de lo cotidiano. Aunque persista la ansiedad, estaré
por encima de las circunstancias y antepondré el amor a cualquier sentimiento
sombrío, solo es cuestión de escuchar este corazón puro que palpita.
domingo, 31 de octubre de 2021
miércoles, 19 de mayo de 2021
El
niño llora con el niño que lleva dentro. Y el hijo llora al padre que nunca se
fue en sus recuerdos. Ese pequeño lucha contra sus propias sombras para
restituir el amor pero la pena es tan inmensa que llora a solas tanta ausencia.
El dolor lo hace fuerte pero hay días muy sombríos, sumidos en su
propia y tierna soledad. Ese niño ha madurado a base de golpes, en medio de la
adversidad y se ha hecho mayor y pese a todo, sigue estando ahí, conjurando
solo palabras que muevan el consuelo de sentirse vivo.
martes, 11 de mayo de 2021
Ahora
el hijo se ha convertido en padre, hermano mayor y tío. Y asumo ese papel pues
es la querencia que el destino me ha otorgado. Por encima de todo lo demás,
seré lo que esta vida plena quiera darme pues no hay mayor regalo que recibir
ese don. La vida te quita pero te concede y te da la fuerza más vibrante que
mueve nuestra existencia, el amor verdadero.
viernes, 5 de marzo de 2021
La
vida no es un camino de rosas, lo sé. Unas veces te pinchan sus espinas y otras
te embelesan sus colores pero se marchitan. Y a pesar de todo, incluso en su
cenit, hay una belleza, un sustrato de la muerte que genera otra vida. Debemos
seguir el camino despejado, con la mente despierta y altiva, desfilando hacia
el horizonte, entre hojas secas pues la vida sigue en suspensión. Amate a ti
mismo, esa es la rosa mística que nunca fenece delante del espejo.