Cerebros abiertos como cáscaras de nuez.
Cerebros machacados como nueces. Mentes adocenadas, demacradas por una sociedad
oligofrénica, subyugadas por su propio egotismo, adiestradas por la información
desmedida y el desconocimiento. Vanidad de vanidades, el conocimiento es fugaz
pero se absorbe, la verdad supera a la mentira, el desengaño se vela a si mismo
con la mirada certeza. Mentes apócrifas y dormidas, adolecidas por una vanidad
incierta, solo somos libres cuando restituimos el conocimiento al espacio de la
creatividad.
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